En nuestra ciudad, Valencia ( España ) , también podemos disfrutar del arte urbano. Concretamente hay un par de zonas donde destacan los graffitis, uno es el barrio del Carmen y el otro es el barrio del Cabañal.
Quizás nos falta un mayor impulso por parte de la administración a este exponente cultural de arte en al calle. No disponemos de un festival concreto que posibilite a lo artistas el expresarse en determinadas zonas urbanas , pero aun así tenemos multitud de graffitis y algunos de ellos, como los que os pongo en las fotos, en mi opinión son muy buenos.
Lo bueno de poder visitar estas zonas para ver y fotografiar los graffitis , es que tanto el barrio del Carmen , como el barrio del Cabañal , os ofrecen muchas otras alternativas de ocio. Y ambas zonas tienen un gran encanto pàra los turistas , siendo ambas zonas totalmente diferentes.
El Barrio del Carmen, que se sitúa en el extremo noroeste del casco histórico, es el más conocido de cuantos posee València. Recibe su nombre de la iglesia y el convento del Carmen Calzado y viene precedido por una bien merecida fama de edén para los amantes de la gastronomía y el ocio mediterráneo. Aunque la oferta de restauración y locales es inabarcable, este barrio es mucho más que eso. Estamos hablando de un área de Ciutat Vella con mil años de historia y con magníficos ejemplos de arquitectura medieval, un rico patrimonio artístico, centenares de anécdotas históricas y origen de un buen número de leyendas locales. Porque el Barrio del Carmen es una combinación perfecta de historia y ocio.
Por otro lado el Barrio del Cabañal es un barrio de pescadores. La historia valenciana va unida a la de este barrio marítimo. El Cabanyal-Canyamelar llegó a ser un municipio independiente en el siglo XIX, bajo el nombre de Pueblo Nuevo del Mar. Todavía hoy es un barrio de pescadores, protagonista de las estampas más costumbristas, donde la vida tiene otro ritmo.
Su valor arquitectónico es inconmensurable. En el Cabanyal hay barracas, casitas de pescadores, fachadas de azulejos, edificios de colores y estructuras modernistas. Desde la Lonja de Pescadores al Mercado del Grao; pasando por las viviendas de la calle de Sant Pere, La Reina o Escalant; e incluso la zona del Progrés y Amparo Guillem. La particular planta de sus edificios y la disposición de su urbanismo (los callejones son casi un laberinto) también son responsables de un clima social y un estilo de vida muy auténtico, casi extinguido en las grandes metrópolis.